Carismáticos

I. Definición y génesis histórica

Los pentecostales son cristianos que creen que la experiencia relatada en Hechos capítulo 2, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los 120 discípulos congregados en el aposento alto en Jerusalén, en el día de Pentecostés, está disponible para los cristianos de todos los tiempos; y ellos practican el hablar en lenguas tal como lo practicaron los cristianos en la iglesia de Jerusalén en el primer siglo de la era cristiana.

El movimiento pentecostal empezó en 1906 en Los Angeles, California, en un avivamiento en la Calle Azusa, en una iglesia cuyo predicador era un ministro de color, el señor W. J. Seymour. De allí emergió el pentecostalismo, siendo una de sus principales denominaciones las Asambleas de Dios y la Iglesia de Dios.

Alrededor de cincuenta años después, algunos hermanos pentecostales empezaron a creer que la experiencia pentecostal debía también estar al alcance de las denominaciones no pentecostales, tales como los metodistas, bautistas, presbiterianos y católicos romanos. A los que hablan en lenguas, pero que pertenecen a las iglesias evangélicas tradicionales, se les conoce como Neo-Pentecostales. Sin embargo, el nombre de Carismáti-cos se ha popularizado, y se les conoce mejor así. El término "carismático" se deriva de una palabra griega, carisma, que significa "dones", en la creencia de que el don de lenguas es un don de Dios.

Algunos señalan el año de 1953 como el comienzo del carismatismo contemporáneo. Pero el impulso más fuerte y pronunciado del carismatismo se originó con un grupo que se organizó en California y que se llama el Compañerismo Internacional de Hombres de Negocio del Evangelio Pleno (Full Gospel Business Men's Fellowship International). Los carismáticos, a diferencia de los pentecostales más antiguos, son más abiertos y más flexibles en sus creencias y prácticas.

El movimiento carismático ha tomado gran impulso en los últimos años. Son muchas las iglesias, prácticamente de todas las denominaciones, que han sido grandemente influidas por el carismatismo. Inclusive, hay iglesias que se han dividido sobre la cuestión carismática. En los cultos carismáticos hay mucho entusiasmo, los miembros cantan con gozo y adoran a Dios sin inhibiciones. Se ha generalizado la práctica de orar todos a una voz, alzando las manos al cielo, y algunos "hablando en lenguas". Muchos llaman a este fenómeno religioso de nuestros días un nuevo Pentecostés. Algo digno de notar es que hay incluso iglesias católicas carismáticas, lo cual ha provocado un acercamiento interdenominacional y con los católicos.

II. Cuerpo de doctrinas características

Desde luego, los carismáticos son pentecostales, y como tales, sus doctrinas, prácticas y énfasis son muy semejantes, con algunas novedades en sus actitudes hacia los demás, en la celebración un poco más flexible en sus cultos y reuniones, y en su estrategia de actividad difusora y evangelizadora.

Aparte de las doctrinas fundamentales de la fe bíblica y evangélica, los carismáticos hacen prominente y, prácticamente, central, su doctrina del bautismo del Espíritu Santo y la enseñanza de los dones espirituales. Ellos creen que el bautismo del Espíritu Santo es una experiencia que viene algún tiempo después de la conversión o nuevo nacimiento, una segunda obra de gracia, y que esta experiencia se atestigua de manera inequívoca por el don de lenguas.

El bautismo del Espíritu Santo fue profetizado por Jesucristo a sus discípulos y la promesa del Señor se cumplió en el día de

Pentecostés, en Jerusalén, según se narra en Hechos capítulo 2. Los discípulos en esa ocasión "hablaron en lenguas" y recibieron poder. Esta manifestación del don de lenguas, como señal del bautismo del Espíritu Santo, ocurrió después en varias ocasiones, como se lee en Hechos capítulos 8, 10 y 19. El auge del don de lenguas en estos tiempos es también el cumplimiento de profecías, al acercarse el fin de los tiempos y la segunda venida de nuestro Señor.

Los dones espirituales, de que nos habla el apóstol Pablo en 1 Corintios capítulos 12, 13 y 14, están vigentes para la iglesia cristiana ahora. Entre los carismáticos son prominentes también el don de sanidad y el de profecía. En la actualidad, en muchos lugares del mundo se celebran grandes campañas de sanidad divina y los programas religiosos carismáticos se han multiplicado en la televisión. Ellos también predican que la muerte de Jesucristo en la cruz del Calvario fue no solamente para la expiación de nuestros pecados, o para salvación, sino también para la curación de nuestras enfermedades.

Como consecuencia de estas doctrinas básicas de los carismáticos, es indudable que algunos de ellos, al menos, deducen que si una persona no habla en lenguas es que tampoco ha recibido el bautismo del Espíritu Santo y, por tanto, no está salva todavía. También, en la mente de muchos, se establece la idea de que los que no han recibido este don de lenguas son, por consiguiente, cristianos espiritualmente inferiores a los que sí han recibido dicho don.