FOriginal: http://www.elnorte.com/ciencia/articulo/388/774219/
Aug 25, 2007
Una simulación muestra la telaraña cósmica donde la materia se condensa en filamentos por acción de la gravedad. En el círculo, un hueco cósmico. |
Ciudad de México (25 de agosto de 2007).- Un gigantesco hueco sin galaxias, estrellas ni materia oscura que se extiende entre 400 y 500 millones de años luz en el universo fue descubierto por un grupo de astrónomos estadounidenses.
Un año luz equivale a un recorrido de 300 mil kilómetros por segundo en el espacio vacío.
El hueco cósmico carece también de agujeros negros y de la misteriosa materia oscura que se encuentra en gran parte del universo, revelaron los especialistas de la Universidad de Minnesota en un trabajo publicado en la revista Astrophysical Journal.
Los astrónomos sabían desde hace tiempo que hay espacios del universo sin nada, uno de los cuales está cerca (en términos astronómicos) de la Vía Láctea, a dos millones de años luz.
Pero lo que descubrieron, utilizando dos tipos diferentes de observaciones astronómicas, fue un vacío mucho mayor al que se imaginaban.
"Esto es mil veces más grande de lo que hubiésemos esperado (...) Es una verdadera sorpresa", dijo Lawrence Rudnick, autor principal del artículo.
Rudnick y sus colegas Shea Brown y Liliya Williams examinaban una zona fría utilizando la sonda de la NASA Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP), que permite medir la radiación de fondo de microondas, un débil zumbido de radio remanente del Big Bang o Gran Explosión que dio origen al universo. En esa región encontraron el gigantesco agujero, que es todavía más frío que la zona analizada.
El modelo más aceptado para la formación de estructuras en el universo establece que la materia, principalmente la oscura, se condensa en filamentos y halos galácticos a partir de un estado inicial uniforme por la acción de la gravedad, explicó Vladimir Ávila-Reese, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM.
"El resultado es una verdadera telaraña cósmica, una especie de esponja donde las galaxias tejen filamentos con gruesos nudos en sus intersecciones, y donde el grueso del volumen corresponde a enormes huecos. Hoy los astrónomos son capaces de reconstruir el mapa del universo en tres dimensiones y hacia el pasado", describió el astrónomo.
Rudnick y sus colegas hicieron una de esas reconstrucciones con un mapa de galaxias. Se enfocaron a la región del cielo donde detectaron algo extraño a partir de las observaciones de la radiación cósmica de fondo.
El investigador de la UNAM consideró que la pregunta ahora es si el hueco cósmico fue así desde su origen o si, por alguna causa, entre la emisión de la radiación de fondo y la Tierra, hubo alguna alteración.
"Debido a la complejidad del análisis de estas observaciones, habrá que esperar nuevos resultados, pues el hueco localizado es muy grande", señaló